Educación Bajo Aislamiento Social: tecnología y presencialidades

Resumen

El contexto de pandemia por COVID-19 magnificó la fragilidad del sistema educativo, indistintamente de las disciplinas. Partiendo de la coyuntura, se retorna a la necesidad de “construir otra escuela” asumiendo las subjetividades (Ouviña, 2016, p. 126), e identificando a las dimensiones de la vulnerabilidad del sistema educativo. En esta presentación se reflexiona desde la práctica docente para analizar el contexto de vulnerabilidad(es) con la resignificación de la tecnología cuestionada desde las presencias educativas dadas en la Educación Bajo Aislamiento Social (EBAS). La EBAS no puede simplificarse como educación virtual, por más que asuma diversas de sus herramientas. EBAS se configura como una escuela de emergencia, a la que se hará referencia en esta presentación. El aislamiento social profundiza problemas pre-existentes. El aislamiento con el sentimiento de soledad-dependencia conllevan a la emergencia de inseguridades que anulan, frenan o enlentecen los procesos de aprendizaje. La vulnerabilidad se manifiesta al develarse el desmembramiento educativo dado ante la alteración de un factor comúnmente ignorado: presencia-presencialidad. Presencia es la cualidad de estar delante, mientras que la presencialidad es el hecho de estar presente en estrecha relación comunicacional y de interacción con el entorno. En este marco, se enuncia la importancia de conocer e implementar bajo la nueva estructura educativa a las presencialidades social, cognitiva y docente (Garrison y Anderson, 2005). Se concluye que en el actual contexto generalmente la presencia social se reduce a la conectividad, la presencia cognitiva olvida la operatividad del conocimiento y, a pesar de las críticas, la presencia docente se resignifica en resistencia para evitar la ausencia del otro y acompañar en la distancia.